martes, 24 de febrero de 2015

Ecumenismo de Teresa de Jesús

Teófanes Egido, OCD. La refundación de los carmelitas…

En primer lugar la llegaron las noticias de la situación de la Iglesia europea, de la Cristiandad rota. Y la llegaron, naturalmente, por la propaganda que el rey enviaba a los conventos pidiendo oraciones por el éxito de su política religiosa, que coincidía con los intereses dinásticos, especialmente en su compromiso contra Francia. De hecho, la imagen de los “luteranos” que se refleja en Santa Teresa es la misma que se transmitía en estos comunicados y que han estudiado los especialistas Otger Steggink y J. I. Tellechea. No eran “luteranos” sino calvinistas, hugonotes, aquellos a los que refería la Madre Teresa, pero entonces la forma de hablar identificaba a todos.

Conforme nos aproximamos al tercer milenio, yo creo que Dios quiere usar a María para suscitar la gracia de una profunda conversión en toda la cristiandad, no sólo en los protestantes y ortodoxos, sino también en los católicos. Esto encaja con el llamado del Santo Padre para que haya un auténtico ecumenismo que se fundamente sobre el "diálogo de conversión." Más que comités, esto requiere de santos; en vez de simples compromisos, la valentía de nuestras convicciones.

Dr. Scott Hahn. Desarrollo doctrinal y ecumenismo

Quizás nuestro mejor modelo sea la Madre Teresa, quien fuera universalmente amada como santa —por quien hoy en día se enlutan y echan de menos— todos los pueblos.

En mayor medida que ninguna otra mujer de nuestro siglo, ella dio el gran ejemplo de cómo la gracia y la devoción deben exponerse para el servicio mariano.

Martí Ballester. La Reforma de Sta. Teresa

«Ya que Dios tiene tantos enemigos y tan pocos amigos, que esos fueran buenos»... «Todas dedicadas a la oración por los que defienden a la Iglesia, y predicadores y letrados...».

Oración e inmolación por los sacerdotes, carisma específico de la carmelita. Un grupo de mujeres en marcha desde el monasterio de san José de Ávila, primera fundación de Teresa. Los luteranos de Francia la fuerzan a clamar al cielo. La herejía de Lutero se había extendido en Francia y, acaudillada por Calvino, más feroz y tenaz que Lutero, dio origen a los hugonotes, que se ensañaron con los católicos franceses, profanaron sus lugares de culto, desvalijaron sagrarios y persiguieron a los sacerdotes...

Historia del cristianismo en España. Edad Moderna

La Iglesia española de la Edad Moderna fue desde entonces un mecanismo disciplinado y al servicio de la monarquía y los estamentos privilegiados, poco accesible a las innovaciones de la Reforma luterana, que sólo alcanzó a círculos minoritarios (algunos, incluso con poca relación con el luteranismo, como los alumbrados), con lo que los conflictos religiosos de España no fueron comparables a los que desgarraron Francia, Inglaterra , Alemania o Hungría en esa misma época. España, garantizado el consenso interior en materia religiosa gracias al férreo control social, fue un firme bastión del catolicismo romano, que los reyes de la Casa de Austria reclamaban defender en sus guerras exteriores en Europa (frente a luteranos o anglicanos, aunque a veces llegaran a enfrentarse a la católica Francia o a los mismísimos Estados Pontificios), en el Mediterráneo (frente a los turcos) y en la colonización de América (justificada como evangelización, no sin reflexiones en contra, como la de Bartolomé de las Casas).

En cambio sí se produjeron fortísimos debates, como el que se dio en torno al erasmismo, vinculado a la resistencia a la modernización en las órdenes religiosas.2 Durante el siglo XVI se suscitó un movimiento reformista de carácter místico en el que se implicaron con no pocos enfrentamientos los carmelitas Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz; también en el contexto de la Contrarreforma fundó San Ignacio de Loyola la muy influyente Compañía de Jesús. La complaciente imagen de una España "más papista que el Papa", o "martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma",3 cuyas ciudades se disputaban la primacía en el fervor mariano (votos asuncionista y concepcionista), tuvo su caricatura en la Leyenda Negra que fijó el estereotipo del español como adusto, cruel, intolerante y supersticioso. La mayoritaria identificación de lo español con la versión más rancia del catolicismo, o la minoritaria resistencia a ello, empapó buena parte de la mentalidad y la literatura española: siglos más tarde, Valle Inclán plasmó en tres adjetivos el retrato de ese eterno y quijotesco hidalgo español, el Marqués de Bradomín como "feo, católico y sentimental".4 Con la caída del absolutismo y la abolición de la Inquisición en el siglo XIX se produce también la aparición de las primeras comunidades protestantes en España, que en principio son sólo toleradas con severas restricciones para la práctica de su culto.

Recopilado por Jesús Martinez en Carmelo Ecuménico Interreligioso

No hay comentarios:

Publicar un comentario